Miércoles, 17 de Junio de 2020.
A unos días de finalizar el estado de alarma, de un modo improvisado, de un dia para otro, quedé con Marcos en hacer una 'Sierra Pobre', pobre; apropiada para cicloturistas más cerca de los 70 que de los 60. De los invitados de modo precipitado, aparecimos en El Berrueco, a las 8 de la mañana dos veteranos: Paulino y yo, y el 'neófito' en el recorrido, Marcos, que actuó como reportero gráfico en sus múltiples esperas a que llegásemos los 'abuelos'. Este fue el recorrido:
Corto, sí. Pero...... matón.
Salimos del Berrueco más bien nublado y ambiente fresco: manguitos y chaleco. Pronto llegamos al embalse de Villar con su maravilloso cañón que por desgracia no paramos a fotografiar.
Martes, 23 de Junio de 2020.
Finalizado el estado de alarma, tras varios dias de llamadas y mensajes, Ata, Marcos, Yuri, Narci y yo emprendimos este proyecto:
Sí, corto; adaptado a mis fuerzas aunque creo que a los demás no le hizo falta mucho más. El calor hizo el resto. La previsión era de 80 km. a una media de 20km/h. El objetivo era estar sobre las 13h tomando un cerveza después de haber finalizado el recorrido.
Jueves, 16 de Julio de 2020. Brm 1000. Pueblo Nuevo
La decisión de hacer esta brevet la tomé a cuatro días de su comienzo, debido al tema del virus, porque no estaba muy seguro de si debía dejarla pasar o no. Al final la hice. Lo bueno es que conocía bastante bien el recorrido porque también la hice el año pasado y eso es una gran ventaja.
Salimos el día 16.7.2020 a las 20 h del Polideportivo de Algete alrededor de 20-25 ciclistas (había inscritos 30), cifra récord para este tipo de brevet tan larga (el año pasado creo que seríamos 16 o así). Decidí por primera vez quedarme en el grupo de cola, con Emilio, Ricardo y otros cuatro ciclistas veteranos de la larga distancia del club organizador Pueblo Nuevo. Ya nos conocíamos un poco, pero durante esas horas pude para aprender muchas más cosas de este tipo de ciclismo.
El miércoles 2 de septiembre llegamos a El Berrueco José Serrano, Óscar de la Cruz, Marcos Herrera y Daniel González, el que escribe estas líneas, con la intención de hacer la ruta de la Sierra Norte. La idea era subir la Fragüela, los puertos de La Puebla, La Hiruela y el Cardoso. Rubén Frechilla anunció su participación, pero un contratiempo se lo impidió finalmente.
Poco después de las 9 de la mañana comenzamos a pedalear. El día era soleado, pero algo fresco, rondando los 14 ºC, por lo que yo decidí salir con manguitos blancos y chaleco. José comenzó marcándonos el ritmo desde El Berrueco la mayor parte del tiempo hasta que, sin dejar de ascender y calentar las piernas, llegamos al primer obstáculo montañoso: la subida de la Fragüela, de algo más de 4 km y con pendientes que llegaban a ser del 11 %. Allí cada uno puso su ritmo para finalmente reagruparnos todos en la bajada que nos adentró por las laderas montañosas llenas de vegetación y aves rapaces que desemboca en La Puebla. Al principio se trata de una bajada rápida y algo peligrosa por sus curvas cerradas, pero que ha mejorado porque han echado asfalto nuevo, aunque botoso. A continuación, comienza el falso llano hasta La Puebla, que es, en mi opinión uno de los tramos más bonitos de esta ruta, con el cañón situado siempre la derecha y las vistas amplias hacia la ladera de las montañas circundantes. Marcos conocía un mirador para parar y hacernos una foto, pero por algún misterioso motivo, este no terminaba de aparecer, así que nos paramos en una especie de explanada llena de bostas de vaca, en previsión de que ya lo hubiéramos dejado atrás. Sin embargo, al poco de arrancar del lugar, dimos con el susodicho mirador y volvimos a parar.
Justo antes de dar con el mirador.
El día era perfecto: nada de viento, ni de tráfico, temperatura agradable, ya más elevada, silencio total. Daban ganas de quedarse allí a mirar todo el día las montañas.
Como he dicho, llegar a La Puebla supone transitar por un falso llano de unos 10 km, por lo que hay que regularse bien si no se quiere empezar el puerto con las pulsaciones demasiado altas. Al adentrarnos en el pueblo decidimos parar en una fuente justo a pie de puerto. Rellenamos bidones, comimos algo y comenzamos las ascensiones. Cada uno a su ritmo.